Meltdowns y Shutdowns
Respondiendo a la Sobrecarga Sensorial y Emocional en el Autismo:
En el vasto espectro del autismo, cada individuo lleva consigo una experiencia única y personalizada, moldeada por una variedad de factores. Entre estas complejidades se encuentran dos fenómenos cruciales que merecen nuestra atención y comprensión: los meltdowns y los shutdowns.
Meltdowns
Imagina una tormenta perfecta en el cerebro: los estímulos sensoriales se vuelven avasalladores, las emociones se desbordan y las demandas sociales se vuelven inmanejables. Este es el escenario que desencadena un meltdown. Para quienes están en el espectro del autismo, un meltdown no es simplemente una rabieta o un acto de desobediencia, es una reacción intensa y genuina ante la sobrecarga sensorial o emocional.
Durante un meltdown, las emociones se desatan sin filtro, manifestándose en llanto, gritos, golpes, o incluso comportamientos autolesivos. Es crucial comprender que estos comportamientos no son un reflejo del carácter de la persona, sino más bien una respuesta involuntaria a la abrumadora estimulación del entorno.
Los desencadenantes de los meltdowns pueden variar ampliamente, desde el ruido excesivo y las luces brillantes hasta las situaciones sociales estresantes o los cambios repentinos en la rutina. Para algunas personas en el espectro del autismo, los meltdowns pueden ser frecuentes y difíciles de predecir, mientras que para otras pueden ocurrir ocasionalmente en situaciones específicas.
Shutdowns:
Si un meltdown es una tormenta, entonces un shutdown es más bien un apagón. Durante un shutdown, el individuo se siente abrumado y exhausto por la situación, y su cerebro parece desconectarse en un intento desesperado de protegerse. Durante estos momentos, la persona puede parecer distante, desconectada o incluso catatónica, ya que su capacidad para procesar estímulos externos se ve temporalmente interrumpida.
Los shutdowns, al igual que los meltdowns, pueden ser desencadenados por la sobreestimulación sensorial o emocional, pero la respuesta es diferente. Mientras que durante un meltdown la persona puede manifestar emociones intensas y comportamientos disruptivos, durante un shutdown la persona tiende a retirarse y a buscar aislamiento.
¿Qué hacer?
La clave para apoyar a quienes experimentan meltdowns y shutdowns radica en la comprensión, la empatía y la paciencia. Es esencial crear un entorno seguro y compasivo donde la persona pueda sentirse comprendida y aceptada. Algunas estrategias útiles incluyen:
-Crear un entorno tranquilo y libre de estímulos abrumadores.
-Ofrecer apoyo emocional y comprensión sin juzgar los comportamientos de la persona.
-Comunicarse de manera clara y simple, evitando la sobrecarga verbal.
-Proporcionar tiempo y espacio para que la persona pueda recuperarse a su propio ritmo.
Tanto los meltdowns como los shutdowns son respuestas naturales del cerebro ante la sobrecarga en individuos en el espectro del autismo. Comprender estas respuestas y brindar el apoyo adecuado es esencial para promover un entorno inclusivo y compasivo para todas las personas, independientemente de su neurodiversidad.